Add parallel Print Page Options

33 Pero alguien le dijo a Saúl:

—La gente está comiendo carne con sangre, y Dios nos ha prohibido hacer eso.

Enojado, Saúl dijo:

—¡Ustedes nunca obedecen a Dios! Tráiganme pronto una piedra grande, y díganle a la gente que traiga aquí su toro o su oveja. 34 Que los maten aquí, y se los coman sin sangre. Así no ofenderán a Dios.

Esa misma noche cada uno llevó su propio toro y lo sacrificó allí. 35 En ese lugar Saúl construyó por primera vez un altar para adorar a Dios.

Read full chapter